jueves, 31 de marzo de 2011

Himno de Cuaresma.

Libra mis ojos de la muerte;
dales la luz que es su destino.
Yo, como el ciego del camino,
pido un milagro para verte.

Haz de esta piedra de mis manos
una herramienta constructiva;
cura su fiebre posesiva
y ábrela al bien de mis hermanos.

Que yo comprenda, Señor mío,
al que se queja y retrocede;
que el corazón no se me quede
desentendidamente frío.

Guarda mi fe del enemigo
¡tantos me dicen que estás muerto!...
Tú que conoces el desierto,
dame tu mano y ven conmigo.

A mitad de cuaresma y se me ocurre escribir algo, aunque sea un copia/pega, aunque ya lo hayas rezado, o incluso te lo sepas de memoría... Aquí está.
No sé quien lo escribió, pero tal vez fué un corazón entregado, un hombre o una mujer que acude al Señor cuando lo necesita, que quiere aferrarse a El, que quiere amar a los demas, como Dios nos ama...
A mi me deja sin palabras, claramente, si quiero expresarle a Dios lo mismo que el autor, al final acabo rezandolo, simplemente. Por eso lo dejo aquí, sin detenerme demasiado en intentar explicarlo, de momento, ¿Cómo explicar a que sabe el jamón? A veces, lo primero de todo, es degustarlo.

Que aproveche. El himno. Y el jamón, que no es viernes :)
"Hoy no es jueves santo, es otro jueves para buscar la santidad".