lunes, 23 de enero de 2012

"Se le echaban encima para tocarlo"

Tengo un amigo que me volvería a recordar lo de la procrastinación, sabiendo que, en medio de examenes, quizá no debería andar escribiendo, retomando un blog que desde septiembre no recibía noticias mías, con la de cosas que han pasado, tanto en el mundo como en mis entornos más cercanos, o en mi mismo. No es el mejor momento por los examenes, pero necesito escribirlos.

El otro día publiqué un tweet: "A Jesús se le echaban encima para tocarlo... Hoy en día que poca gente veo en las primeras filas durante la Eucaristía..." a razón del Evangelio de ese día. Fué lo primero que pensé al ver una realidad física por ejemplo en mi parroquia, y seguro que en tantas y tantas más. Si me pongo analítico, a lo mejor no dejo de escribir sobre ello en toda la tarde, solo diré que entiendo que la gente se acostumbre pronto a un lugar desde el que asistir a misa o a la adoración del Santisimo, etc...

Lo entiendo, pero también entiendo que hay sitios mejores, desde donde vivir los Sacramentos, desde donde acercarte a Jesús, y a la vez, creo que todos, en mayor o menor medida, estamos dispuestos a arrimarnos al mejor olmo, a buscar un lugar o estar junto a quien saque lo mejor de nosotros mismos. Ya no es un sitio en misa, es una posición en la vida, frente a la Vida.

Me acuso: soy un mediocre. Si. Que ahora me entren prisas por estudiar no es porque quiera sacar un 10 en el examen de mañana, es que directamente quiero aprobar y no he encontrado/buscado el mejor momento para estudiar antes. Pereza, otras tantas cosas... Ahora da igual. Pero si, soy mediocre, y a lo mejor lo suficientemente humilde para reconocerlo, pero más mediocre que humilde para seguir siendolo...
Por eso, como esos que se agolpaban para estar cerca de Jesús, necesito estar cerca de un entorno que me exija, en mi facultad siempre me he rodeado de compañer@s inteligentes, por poner un ejemplo, y conozco tanta gente tan valida y de la que uno no para de decir "de mayor quiero ser como tu".
Vale, pero, me quedan unos pocos meses para cumplir 25 años, la admiración por los amigos está bien, pero no basta. Cada día quiero dar un paso más, en mi carrera. Y también en mi vida de fe.

Quizá sea menos flexible con la mediocridad de mi entorno cuando la encuentro, pero es lógico por otro lado, si uno en momentos concretos o de forma más o menos continua a veces se queda en "pause" con la fe, con la esperanza o con la caridad. La mediocridad es un virus. No es que te guste lo malo, es que te conformas con lo normal, y al final no das pasos, ("Virgencita, que me quede como estoy"), y al final, lo que antes era bueno, ahora es insuficiente...
El que ama a su projimo busca su bien, aunque a veces tenga que espabilarle, aunque tenga que exigirle... Hoy no sé si me explico mal, supongo que lo entendeis.

Por eso, hoy solo veo claro que en medio de momentos así, solo queda hacer lo que la hemorroisa, y permanecer lo más cerca posible de El, tocarle y abrazarse. Huir de la desesperanza y caminar.


"Guarda mi fe del enemigo
(tantos me dicen que estas muerto).
Tu que conoces el desierto,
dame tu mano y ven conmingo".